10 de diciembre de 2012

Para qué

Querido amor:

Para qué recordar tiempos pasados, si están llenos de felicidad y también de ilusiones perdidas. Momentos intensos que llenaban nuestros corazones, pero que ahora no son suficientes. 

Tengo sólo el momento. De nada más dispongo. Tu amor es la ola que me acaricia, una y otra vez, pero que nunca puedo detener. Quizá perdería su belleza. 

Pero en el fondo de mi alma los anhelos siguen ahí, latentes, dispuestos a salir con más fuerza que antes. Deseos vehementes nacidos en mi infancia, cultivados en la juventud y madurados con los años. 
Queman como fuego, y si no los vas a manejar, entonces no los busques.

Yo seguiré siendo la mujer en que me he convertido y guardaré mi tesoro hasta el día esperado.
Cuando pueda decir "Die Zeit ist reif".






6 de diciembre de 2012

Ruidos en mi cabeza

Me dices que no escuchas música. Que prefieres el silencio porque "hasta tus pensamientos te generan ruido". Es muy interesante escucharlo porque no me imagino mi vida sin música. La música evoca estados de ánimo. En general, me calma o me da ánimo para continuar. Mi día comienza con la radio prendida.

En tu mundo, me pregunto qué escuchas: ¿La nada? ¿El silencio absoluto? ¿El sonido de la naturaleza? ¿Cómo cae la nieve? ¿Cómo susurra el viento entre los árboles? ¿El aullar de algún animal? ¿El maullido de tu gato? ¿Las risas de tu familia?...

Ahora comprendo. En mi grande y ruidosa ciudad, es mejor escuchar música. Pero tu, tienes la suerte de vivir en un pequeño pueblo en las montañas. Por eso te gusta el silencio.