- La Familia es el pilar de la sociedad. Y una familia desintegrada, deja hijos heridos. A ser familia se aprende, pero hay que "construir sobre roca". Y además del amor, lo mas importante es la generosidad, porque con egoísmos, no se logra un amor verdadero.
- La generosidad es ponerse en el lugar del Otro, observar y saber callar, para no herir. Es preocuparse del otro y preguntar "¿Qué es lo que te hace feliz?". Y dejar de pensar en mi felicidad, mis deseos, mis expectativas, y poner al Otro por encima de aquello y aprender a amarlo como nos amamos a nosotros mismos.
- El día a día vivirlo conscientes que sólo se es dueño del hoy, decir los "te amo" hoy y no perder el tiempo en pequeñeces.
- Sobrepasar las discusiones, planteando puntos de vista y llegando a consensos.
- Ser un ejemplo para los hijos y poner todo nuestro esfuerzo, sin olvidar lo que ellos puedan enseñarnos.
- Agradecer los regalos divinos de todos los días: la vida, la naturaleza, los pájaros, las flores, los frutos... Recuperar una vida sencilla, para caminar ligeros de equipaje.
- Ser sabios administradores de los recursos divinos, con organización y discriminación entre gastos importantes y prescindibles.
- Y sentir la bendición del Padre en nuestra familia, porque "de a tres" (el Padre, tu y yo) avanzaremos mejor.
Nota: mis agradecimientos a la Sra. M. Paredes de Bravo y al Sr. H. Bravo Pérez por transmitirme su experiencia de amor.
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