4.V.24

El Viaje

Y guiado por la voz, visitó el Jardín de las Flores Eternas. escuchó su canto y percibió sus perfumes. Siguió el camino llevado por las nubes y llegó al Lugar de las Eternas Sombras, y las apariciones le saludaron afables, como cuando se saluda a alguien ya conocido. Le llevaron al Altar del Recuerdo y le pidieron dar una ofrenda. Cargado con regalos siguió su camino hasta el Valle del Encanto. Allí vio el arroyuelo correr con vida en su interior. Peces saltaban, libélulas corrían y nenúfares asomaban fructíferos. Atravesó entonces el Abismo del Viento, osando confiar en su liviandad y llegó sano y salvo al Bosque de la Luz. Incontables ramas lo saludaron y lo llenaron con presentes de otros tiempos.

Y el caminante siguió su camino, alegre por sus experiencias y sin falsas expectativas para el futuro.